Ayer concluía la primera Feria de época Moguer 1900, que recreaba el ambiente y la imagen de nuestro pueblo en los días de Juan Ramón y Platero. Todo un escenario colorista, a la vez que tintado del sepia de las fotos de la época, nos transportaba a los días en que Juan Ramón paseaba con su burrillo por las calles de Moguer, recogiendo imágenes y vivencias que retrataría en la que fuera su obra más universal, Platero y yo. Puestos de artesanía, las "cunitas" (así llamábamos a las atracciones de feria entonces), garrapiñadas y dulces típicos, el fotógrafo minutero, la música ambientando todas las calles, el circo con el forzudo y la mujer barbuda, pasacalles, pero sin lugar a dudas, lo mejor de lo mejor ha sido la participación de moguereños y moguereñas que son quienes han puesto el alma del Moguer de aquella época con sus trajes y atavíos de primeros de siglo. Por las calles de Moguer han paseado bandas, sufragistas reclamando el derecho al voto, personajes de la época de toda índole social. En el teatro Felipe Godínez tuvimos la oportunidad de disfrutar de una gran obra, situada también en la época, el musical Germinal que magistralmente retrata el inicio de los movimientos obreros y sindicales, la lucha por la igualdad, puesto en escena por el Liceo Municipal de la Música de Moguer. La juventud ha tenido también su protagonismo con espacios musicales y de ocio propios. En este marco pudimos disfrutar también del divertidísimo concierto de Los Elegidos quienes, con su irreverencia, nos hicieron olvidar el gélido frío del sábado por la noche. El arte de nuestro pueblo se paseó por las calles y plazas encarnado en magníficas bailaoras y bailaores de las escuelas de María Canea y de Virginia López, o en las voces del coro de la Asociación Andaluz Universal de personas mayores. El broche de oro lo puso el Liceo Municipal de la Música de Moguer con una magistral interpretación de temas de los primeros años del siglo y en las maravillosas voces de los más pequeños y pequeñas cantando temas de "Los Chicos del Coro"

Pero esta idea no sólo pretendía decorar nuestro pueblo, se trataba de una apuesta para dar más vida aún a nuestras calles y plazas, para dinamizar los negocios usando el gran potencial cultural de Moguer y, por supuesto, como atractivo turístico para mostrar al mundo, también de esta manera, nuestra identidad, nuestro patrimonio y nuestra cultura. Moguer se siente orgulloso de todo ello y así lo ha demostrado en estos días de Feria 1900.

Una experiencia para repetir y para aumentar, por supuesto.

Aquí dejamos una galería de imágenes para que las personas que no han tenido ocasión de vivirlo se hagan una ligera idea y no duden en visitarnos el año próximo.